"Nació del Amor. Cada uno de nuestros alumnos hace, a veces, más de 2 horas de viaje para venir a sus clases. Algunas veces almuerzan en el carro, o sacrifican sus domingos de vacación para asistir a clases. Este esfuerzo que vence a la comodidad nace del Amor.
El Festival fue una obra de Amor"
La obra se presento el pasado 16 de octubre en el Auditorio de Fepade y contó con la participación de más de cuarenta artistas entre actores, bailarines, músicos y pintores de todas las edades siendo capaz de integrar siete disciplinas diferentes de las artes. Haciendo gala de todos los talentos de que el salvadoreño es capaz.
Una de las cosas que más me sorprendió del evento fue la grandeza del ser humano. Nuestro taller no está alojado en una casa grande, pero tiene un gran corazón. Es un gigante en cuerpo pequeño, como El Salvador. Nuestro país es un Gigante en territorio pequeño. Y nuestros chicos fueron una muestra de esa grandeza interior. Expresaron toda la belleza y todo el amor del que el ser humano es capaz. Cada uno puso lo mejor de sí mismo. Y eso fue bello.
El festival ha recibido críticas buenas y otras no tan buenas. Lo que muchos no saben es que esta obra no es producto de la casualidad o el antojo. Nació del Amor. Cada uno de nuestros alumnos hace, a veces, más de 2 horas de viaje para venir a sus clases. Algunas veces almuerzan el carro, o sacrifican sus domingos de vacación para asistir a clases. Este esfuerzo que vence a la comodidad y la pereza nace del Amor. Chasca fue una obra de Amor.
Y esa lo hace suficientemente valiosa para nosotros. Estamos enamorados, de nuestros alumnos, de nuestra gente, de nuestra tierra, de nuestra Historia. ¡Eso nos hace grandes!.
¡A todos!. A nuestra Gran Familia. Cada uno de los padres de familia, cada uno de los alumnos, cada uno de los maestros. Cada uno, es un gigante en su interior.
Yo, personalmente, siento una gran admiración por los padres de familia de nuestro taller. Ellos hacen la diferencia en el mundo. Son buenos padres, apoyan a sus hijos, los alientan, les ofrecen oportunidades y experiencias únicas. Vencen un millón de dificultades todos los días por el amor que le tienen a su familia. Para mí. Son héroes, de esos que no usan capa, ni espada, sino amor. Y agradezco profundamente a cada uno de sus héroes su apoyo.
Amo a los niños, a cada uno, los contemplo en sus salones de clase, haciendo un esfuerzo por superar sus limitaciones, vencer sus defectos y aprender cada día algo nuevo, con el único fin de ser mejor y poder transmitir mejores mensajes para el mundo. Ellos me inspiran todos los días, ellos valen todos nuestros esfuerzos, todos nuestros sueños, todas nuestras aspiraciones... Ellos me hacen ser mejor... Y estoy agradecida con ellos por eso.
Me alegro mucho de poder construir una familia, una verdadera amistad con nuestros compañeros colaboradores e instructores de arte, cada uno de los maestros y colaboradores administrativos forman parte del corazón de nuestro taller y me siento profundamente feliz y agradecida con cada uno de ellos por dar lo mejor de sí mismos para los niños de nuestro taller. Son personas maravillosas. ¡Muchas gracias por compartir esta aventura conmigo!.
Yo sé que podremos hacer cosas mucho más bonitas y mejores en el futuro si seguimos trabajando juntos. De todos modos, todo es perfectible y de los errores se aprende. Hubo fallas, sí. Pero también hubo Grandeza, Alegría, Encanto, Amor, Entrega, Esfuerzo. Cada virtud aplicada vale mucho por sí misma. ¡Hicieron un gran trabajo!. ¡Los felicito!.
Ustedes le han enseñado a El Salvador que se puede creer, que se puede tener identidad, que al Amor construye y hace maravillas.
¡Gracias a todos los niños por ser maestros de Virtud!. ¡Llegaran lejos mis amores, yo les tengo fé!. ¡Ya verán todas las cosas maravillosas que podrán hacer cuando estén más grandes!. ¡Son maravillosos, pequeños y grandes del Alma!. ¡Muchas gracias por todo!.
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